Por qué mi gato me muerde

Mascota: Gatos
Gata Ilustrada
Y con este sencillo truco, se conseguiría reducir el ruido que generan 25 niños en un parque de bolas durante un cumpleaños a tan solo 130 dB, como un avión despegando.
Colega
Es curioso y parece fácil de aplicar. Seguro que los trabajadores de los parques de bolas te lo agradecerán.
Gata Ilustrada
Pues que me hagan un bizum.
Colega
Es que hay niños muy ruidosos cuando juegan. Recuerdo una vez, hace ya bastantes años, que estaba en la sala de espera del médico y enfrente de mí estaba una niña de 3-4 años, su madre y su abuela.
La niña no paraba. Subía a la silla, bajaba, corría, chillaba, volvía… Estábamos solo ellas tres y yo, y a mí no me molestaba, pero estresaba solo el verla.
La madre, ni pío.
Seguía jugando a lo suyo sin parar y la abuela le dijo “deja de jugar que te vas a hacer daño”.
Gata Ilustrada
Sabiduría popular.
Colega
A ver, que yo no sé con qué se podría hacer daño, si la verdad es que subía a la silla y bajaba con más soltura que yo… La niña como si nada, seguía jugando y corriendo.
La madre, ni pío.
Otra vez avisó la abuela “para ya, que te vas a hacer daño”. Y la niña como quien oye llover. Siguió corriendo, dando voces… Cogió la abuela su paraguas y le arreó un paraguazo a la niña.
Gata Ilustrada
Muy fan de las dotes premonitorias de la abuela. La seguiría en TikTok.
Colega
Sus challenges serían delito en 208 países, pero bueno.
En realidad, la señora tenía mala leche, pero también mala puntería. Le dio en un pie y no muy fuerte. Por la cara que puso, creo que le habría gustado clavar a la niña en el suelo, pero se quedó todo en un quiero y no puedo.
Yo no sé si lo inverosímil de la situación me hizo ver a la abuela con el paraguazo a cámara lenta o que la pobre iba a esa velocidad porque no daba para más. El gesto de su cara era de estar a punto de empezar una montaña rusa.
Y después, con el rebote, como cuando dos coches de choque chocan, que se te va el coche para atrás y tardas un poco en controlarlo de nuevo y haces como que querías ir en esa dirección; pues el paraguas rebotó hacia arriba y la señora, por inercia o porque le moló el primer viaje, le intentó arrear otro. ¡PUM! Esta vez dio al suelo.
La madre, ni pío.
Gata Ilustrada
La madre era como un árbitro de fútbol inglés, mira, pero deja que todo fluya…
A ver, hay que entender que conseguir el equilibrio entre juego, intensidad e interés por las dos partes es muy complicado. Esto es lo que nos pasa a muchos gatos. A mí no, porque soy un gato con un autocontrol excelente, pero me encanta usar el plural mayestático. Si no controlamos la intensidad, el juego puede acabar en agresión y hacerse daño alguien. De hecho, ese es el principal motivo por el que mucha gente que convive con un gato se pregunta

Por qué mi gato me muerde

Gata Ilustrada
Los gatos mordemos por defensa o por juego.
Los gatos, a pesar de lo que algunas personas pueden creer, no queremos atacar ni pelearnos. Preferimos huir. Pero si te ves acorralado porque no tienes huida, se acercan mucho, te cogen, te intentan inmovilizar… ahí ya por defensa podemos morder. Y muy fuerte. No hacemos pupa, no, hacemos daño. Daño de verdad. No hay tirita que calme ese dolor.
Colega
Yo por defensa no muerdo, hago kárate. Mírame. ¡Kia! Esto es Karakato y yo soy karateca.
Gata Ilustrada
No eres karateca, eres idiota. Has visto Matrix tres veces y punto.
En fin, que un gato muerde por defenderse, pero eso no es habitual. Lo normal es que, si un gato muerde, lo hace porque no controla la intensidad del juego. De cachorros, jugamos con nuestros hermanos y nuestra madre a cazarnos y pelearnos. Y por ensayo y error, aprendemos a controlar la intensidad del juego, tanto con las patas como con los mordiscos. En realidad, morder es parte del juego.
Colega
¿Y qué pasa si no tenéis hermanos o si os separan pronto de ellos y de vuestra madre?
Gata Ilustrada
Es importante aprender esto durante el periodo de socialización, que es entre las 3 y 9 semanas, aproximadamente. Si se nos separa pronto, antes de los 3 meses de edad, es muy probable que no hayamos tenido el tiempo suficiente de juego para hacer estas pruebas de intensidad. Así que jugamos a lo bruto. Tendremos que aprender a jugar sin hacer daño mediante la interacción con personas. Pero las personas no sois tan eficientes.
Colega
Excepto yo. Yo sí lo soy.
Gata Ilustrada
Tú regulinchi. Pero la señora del paraguas es peor que tú, eso sí.

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