Cómo hacer que mi perro haga caca en la calle

Cómo hacer que mi perro haga caca en la calle
Mascota: Perros

 

Posiblemente, esta es la duda estrella para quien tiene un cachorrito por primera vez.

 

Los veterinarios nos esmeramos en hacer una exploración para ver su estado actual, explicamos pautas de alimentación y cuidados de salud… pero lo importante es lo importante. La gente quiere saber qué hacer para que el perro se acostumbre a hacer sus necesidades en la calle.

 

Es normal. Los consejos sobre alimentación se pueden dar con detalle dentro de unas semanas, pero los consejos para empezar a habituar a defecar y miccionar fuera de casa, son mucho más urgentes y es preferible empezar hoy.
He escrito defecar y miccionar.
En consulta, lo digo así, pero cuando hablo coloquialmente o con mis hijas, digo hacer pis y hacer caca.
A mis hijas no les digo “¿Has miccionado ya antes de salir de casa? Que luego me lo pides en el coche y me defeco en tus muelas”.
No sé cómo lo prefieres, pero me parece que en el texto lo diré como lo digo en casa.

 

A lo mejor lo que esperas de este texto es un listado de pautas, tipo una receta en la que hay que seguir unos pasos al pie de la letra y, seguro, al final te sale un bizcocho perfecto. O, en este caso, el éxito es que los pises sean en la calle.
Bueno, pues no va a ser así. No voy a dar un listado de acciones a realizar, sino que te voy a explicar cómo funcionan las cosas, porque así lo podrás adaptar a ti.

 

El esfínter, tanto uretral como anal, es un músculo involuntario que tenemos que aprender a controlar.
Una vez superado el control del esfínter, se convierte en un acto voluntario y el perrito elige dónde “dejar regalos”. Lo elige por aprendizaje. Y el aprendizaje se produce por ensayo y error.
Si lo hace en un sitio y hay una consecuencia negativa, se produce una asociación, aprende que ese sitio no mola y prueba en otro sitio la próxima vez (a veces se requieren varios episodios repetidos de experiencia negativa).

 

Si no hay consecuencia, ni buena, ni mala, es algo que interioriza como irrelevante. Tengo un apretón, voy al periódico, suelto lastre, sigo jugando. ¿Qué importancia tiene hacer caca? Aquí mismo está bien.
Pero, podemos añadir un concepto más, que es el de motivación, aliciente, premio… lo que interpretamos como consecuencia buena.

 

Si, cuando hace pis en el lugar en que nosotros queremos, recibe algo que le gusta mucho, y esto se repite, asociará eso con el premio. Y así lo hará donde nosotros queremos. Fácil. ¿Fácil?
Pues en realidad, no es tan fácil. Puede que lo que esté asociando es “hacer pis = premio” en lugar de “hacer pis donde han elegido por mí = premio”. Esto no significa que no debas hacer la asociación de premio y pis, sino que es una advertencia, porque puede estar ocurriendo eso. No debes enfadarte, sino tener paciencia.

 

Venga, como ya se han explicado varias cosas, vamos a recapitular:

  • Aprendizaje por ensayo y error (o causa y consecuencia).
  • Si la consecuencia es desfavorable, el perro busca alternativa.
  • Si la consecuencia se asocia con premio, será más probable que la próxima vez lo haga así.

 

Ahora seguimos con más conceptos.

 

La costumbre es algo a tener en cuenta. Cuando haces algo de forma repetida, muchas veces, se genera una rutina, una costumbre. Crear una costumbre cuesta mucho más cuando, además, hay que eliminar una costumbre previa. Es decir, cuanto más tiempo haya estado haciendo pis en casa, más puede tardar en dejar de hacerlo en casa para hacerlo en la calle. O sea, que te tienes que armar de paciencia.
Es importante que se dé con la frecuencia suficiente. Si no sucede nunca o casi nunca, no tendremos la oportunidad de asociar eso con un premio.
Y ayuda mucho detectar o anticiparse a los momentos en que es más probable que vaya a hacerlo. En el caso de pis y caca, los momentos con más predisposición son después de comer o beber, después de jugar, después de correr, después de haber dormido (especialmente un sueño largo). Tiene su explicación fisiológica, si tienes curiosidad, escribe un correo (contesta el newsletter, por ejemplo) y si veo que hay interés, escribo otro post para explicarlo.

 

Con lo que te tienes que quedar es esto:

  • Si ya tiene una costumbre, va a tardar más en cambiarla.
  • Se tiene que dar la situación con frecuencia.
  • Identificar los momentos más probables para anticipar que lo va a hacer.

 

Y ahora vamos a dar una última pincelada.
No castigues.

No castigar puede sonar inconcreto, porque a lo mejor, por castigo, uno entiende una reprimenda verbal, mientras que otro solo ve castigo si hay un golpe o una reprimenda física.
Para evitar ambigüedades, lo voy a hacer más general:
Que no asocie consecuencias negativas.

 

Y por consecuencia negativa podemos entender una reprimenda verbal, o enseñarle el pis mientras le echamos la bronca, darle un azote… y también puede ser negativo retirarle algo que le está gustando.
Ejemplo: “Como has hecho pis, te quito el hueso con el que estás jugando ahora”.
Ejemplo dos: Está jugando en el parque y te quieres ir a casa, si le llamas y viene, le pones la correa y os vais. Eso también es una asociación negativa (“si voy, se acaba el juego”).

 

El castigo, o ponle el nombre que quieras y con el que te sientas más a gusto, genera el aprendizaje de evitar hacer eso.
Pero nunca podrá dejar de hacer pis o caca. Así que, en lugar de hacerlo en casa en un lugar visible a simple vista, lo hará en un rincón escondido, esperando que no lo descubras, para no recibir un castigo.
Así es como funcionaría el castigo para lo que estamos viendo. Tenlo en cuenta.

 

Vamos a reunir todos los conceptos, ya verás que con la suma de todos, vas a ser capaz de resolver las distintas situaciones que te ocurran.

  • No castigues.
  • Aprendizaje por ensayo y error (o causa y consecuencia).
  • Si la consecuencia es desfavorable, el perro busca alternativa.
  • Si la consecuencia se asocia con premio, será más probable que la próxima vez lo haga así.
  • No castigues.
  • Si ya tiene una costumbre, va a tardar más en cambiarla.
  • Se tiene que dar la situación con frecuencia.
  • Identificar los momentos más probables para anticipar que lo va a hacer.
  • No castigues.

 

Sé que hay gente que dirá que muy bonito lo que he dicho, pero que no ve claro qué hacer.
Voy a hacer unas preguntas, ya verás como las vas a saber contestar.

 

¿Cómo puedo fomentar que haga pis o caca en la calle?

Para fomentar que lo haga en la calle, tiene que hacerlo en la calle y premiarlo en ese momento. Así incentivamos que lo vuelva a hacer.

Para poder premiarlo, nos ayuda poder predecir cuándo va a tener ganas, para sacarlo en ese momento. Lo sacamos cuando tenga ganas, y cuando lo haga, lo premiamos.
Sabemos cuáles son los momentos predecibles: después de comer y beber, después de jugar, después de dormir.
Así que, uniéndolo todo, nos va a resultar más fácil si:
Aprovechamos para sacarlo a la calle después de comer y beber, después de jugar y después de dormir. En esos momentos es más probable que tenga ganas. Lo sacamos de casa para que se dé la ocasión de que haga pis o caca en la calle, y le premiamos.

 

¿Qué hago si hace caca en casa donde no quiero?

Lo hemos hablado. ¿Hay que castigar? No, no hay que castigar.
¿Entonces? Recógelo, no le des más importancia, sigue a lo tuyo, el perro sigue a lo suyo y volverá a haber otra oportunidad pronto para premiar si hace caca donde tú quieres.

 

Siempre hace lo mismo, salimos a dar un paseo, no hace caca en la calle y nada más llegar a casa, va a la cocina y hace pis y caca ahí. Aunque estemos una hora en la calle.

Aquí el problema es que se ha generado una costumbre fuerte, ya tiene su sitio habitual para hacer pis o caca dentro de casa, y no tiene asociado que el lugar ideal para nosotros es la calle.
¿Hay que castigar? No, no castigamos.
¿Hay que tener paciencia? Sí, lo siento.

Nos puede ayudar el concepto de “anticipar el momento en que lo va a hacer”. Como hemos detectado que nuestro perro tiene esa costumbre y hace caca nada más llegar a casa del paseo, lo que podemos hacer es llegar a casa y, de forma inmediata, bajar a la calle otra vez. Se habrá estimulado en él el tránsito intestinal y lo hará en la calle. Y entonces, premiamos.
A veces hay que hacer este movimiento cinco veces seguidas.

No consideres esto como un método infalible, sino como consejos para favorecer que se produzcan las situaciones que debemos premiar. A veces funcionan más rápidamente, otras no tanto.

 

En la calle, aguanta un montón antes de hacer caca, se espera hasta el final, se nota que ya no podía más.

En este caso hay que pensar en el concepto “consecuencia desfavorable”.

¿Pero qué dices, si no lo he castigado? Bueno, vamos a desgranar un poco.

Consecuencia desfavorable es que cuando hace una cosa, a continuación sucede otra cosa que no le gusta.
Si a tu perro le gusta mucho pasear por la calle, ir a jugar al parque, etc, no querrá que ese momento acabe. Porque le gusta. Disfruta de estar en la calle.

Pero nosotros a veces vamos con prisas. A veces lo sacamos para que haga sus necesidades, no para que se ponga a jugar como loco cada vez que sale.

Así que, imagina esta situación desde tu punto de vista:
Venga, salimos, un pisete rápido y volvemos, que hoy no me puedo entretener.

La misma situación desde el punto de vista del perro:
Guay, salimos, a correr, a jugar. Venga, voy a hacer pis que tenía ganas. Mira qué chorrazo, a ver si acabo y me pongo a correr. Ya he acabado. ¿Por qué vamos ya a casa?

Acto: hacer pis. Consecuencia desfavorable: volver a casa.
Asocia que, en cuanto hace pis, toca volver. Como lo que quiere es seguir en la calle y hacer pis indica el final, no lo hace, para no volver a casa. Porque quiere seguir jugando.

¿Cómo se soluciona eso? Es sencillo. Que no haya asociación directa entre hacer pis o caca y volver a casa. Si tu perro es de los que disfruta en la calle, que el pis no sea lo que marque el final del juego.
En otras palabras: cuando estés en el proceso de aprendizaje, no vuelvas a casa inmediatamente después de que haya hecho sus necesidades en la calle.

 

¿Cómo le premio cuando haga caca en la calle?

Depende de ti y sobre todo de tu perro.
Si es de los comilones y hay chuches perrunas, alguna comida apta para ellos… lo que sea, que sabes que le gusta mucho, lo podrías reservar para dárselo en esos casos nada más. Si es glotón, funciona muy bien.
A otros les va mejor acariciar o hacer “fiesta”. Dar saltitos con él, cantar… Aquí el problema es que a lo mejor te dé vergüenza a ti.

 

Ya había aprendido a hacerlo en la calle, pero he notado un retroceso. Ahora, además de hacerlo en la calle, también hace pis o caca en casa cuando se queda solo. ¿Se le ha olvidado que tiene que hacer caca en la calle?

No, no se le ha olvidado, porque ya estás viendo que en la calle también lo hace.
Este caso es distinto, no se trata de que no tenga el hábito de hacer pis o caca en la calle, sino que tiene un problema de comportamiento. Te recomiendo que contactes con un especialista en etología.

 

 

Si has llegado hasta aquí leyendo, enhorabuena. Mira que ha quedado largo… espero que lo que valores no sea si has tardado mucho en leerlo, sino si te va a resultar práctico entender cómo funciona el proceso de aprendizaje de un perro para empezar a hacer caca en la calle.

Y ahora, si te apetece seguir leyendo más consejos para cuidar de tu perro, puedes entrar en el blog Divagaciones de Gata Ilustrada y su colega.

Y si aún no te has apuntado para recibir nuestro petletter, no sé a qué esperas. Es buenísimo. Pero lo mejor de todo es que, si no te parece buenísimo, te devolvemos el dinero. Apuntarse en gratis, darse de baja es gratis y te devolvemos automáticamente los 0 € iniciales. Además hay alguna sorpresa, pero para descubrirla, tendrás que registrarte…

Si te ha gustado, ¡COMPARTE!