- Gata Ilustrada
- Por este motivo, el chiste de
«- Se te cae la baba.
– No importa, tengo más.»
Es en realidad apología al cambio climático. - Colega
- Tú eres consciente de que tus razonamientos a veces son un poco forzados, ¿no?
- Gata Ilustrada
- Descartes no opinaba lo mismo de mí. Eso sí que eran charlas buenas… Se me cae la baba al recordarlo.
- Colega
- ¿Sabes qué le pasó al gato de una amiga, que babeaba? En realidad, fue el gato de su abuela. Tenían un patio exterior y el gato era un alma libre, venía a comer, estaba cuando le apetecía y se iba a la calle cuando quería. Sabían cuándo llegaba porque oían el cascabel que le pusieron.
- Gata Ilustrada
- Qué manía con ponernos cascabeles. Le pondría yo un cascabel a la señora como piercing en la nariz.
- Colega
- Sería curioso ver a una señora de 70 años con un piercing cascabel en la nariz en los años 90.
- Gata Ilustrada:
- Esa escena sería curiosa siempre, es atemporal.
- Colega
- El caso es que notaban que el gato llevaba unos días que babeaba mucho y no comía. Le ofrecían comida, la cogía y la escupía. Incluso le ofrecían jamón de York, que le encantaba, se lo metía en la boca y lo escupía.
Llevaba así algo más de un día y entonces coincidió que mi amiga fue de visita a ver a sus abuelos y le contaron lo que le pasaba al gato. Le miró la boca y vio que tenía clavado el cascabel en uno de los colmillos, y no podía cerrar bien la boca, por eso babeaba tanto. Y por eso no podía tragar. - Gata Ilustrada
- ¿Ves? Los cascabeles son dañinos para el oído y hasta para poder comer. Son un peligro. Los odiamos más que a las aspiradoras.
- Colega
- Entre el abuelo y mi amiga, consiguieron sacar el cascabel y enseguida se fue directo a comer el pobrecito. Mi amiga, que es veterinaria, en ese momento todavía no se planteaba estudiar Veterinaria, pero su abuela siempre cuenta la historia diciendo que tenía alma de veterinaria porque salvó al gato.
- Gata Ilustrada
- A ver, aunque la chica tenga alma de veterinaria, la abuela tendría que haber llevado al gato a una clínica veterinaria. Te voy a explicar qué hacer cuando alguien se pregunta
Por qué mi gato no come
- Colega
- El gato no come porque no tiene hambre.
- Gata Ilustrada
- Eres simple por naturaleza. Déjame a mí.
Dejar de comer, como signo de enfermedad, es muy inespecífico, es decir, puede haber muchas causas que tengan como consecuencia que un gato no coma.
Puede ser porque el aroma de la comida no le resulta atractivo o porque tiene algo en la boca, como el gato de tu amiga. Puede ser por infección o dolor en la boca, también.
Pero descartados estos motivos, que según el gato podría comprobarlo en casa uno mismo, hay muchas enfermedades que, además de otras manifestaciones, hacen que el gato no coma. - Colega
- Abrir la boca para ver si hay algo, ofrecerle comida rica y si sigue igual, te mando un email para que me digas qué puede ser.
- Gata Ilustrada
- No, si puedes comprobar que en la boca no hay nada, no me preguntes a mí, hay que llevarlo al veterinario. Tendrán que explorarlo y posiblemente hacer un análisis de sangre o una ecografía, depende de las sospechas que tenga el veterinario.
- Colega
- ¿Y si espero unos días para ver si se le pasa y vuelve a tener hambre?
- Gata Ilustrada
- ¿Sabes lo de las dietas de ayuno intermitente, con la que tienes que estar días sin comer? Tú verás lo que haces contigo, pero con un gato no hagas eso. Si estás varios días sin comer, tu cuerpo empieza a quemar grasa para poder tener energía.
- Colega
- Operación Bikini.
- Gata Ilustrada
- Sí, pero los gatos tenemos un hígado que no gestiona bien trabajar de golpe con tanta grasa, y se corre el riesgo de tener un fallo hepático debido a un ayuno prolongado. Así que, si un gato no come, hay que hacer pruebas para saber el motivo y evitar que se complique. No hay que esperar unos días, es mejor llevarlo al veterinario pronto.
- Colega
- Me estoy imaginando a la señora de 70 años con el gato en la consulta del veterinario diciendo que no come, y ella con el cascabel piercing en la nariz…
- Gata Ilustrada
- Cosas más raras han visto los veterinarios, seguro.
- Colega
- Y tanto. ¿Te cuento lo que le pasó a esta amiga mía veterinaria cuando atendió al perro de un narcotraficante?
- Gata Ilustrada
- Prefiero no tener nada de información de ese tema, gracias…