Mi perro está cojo y no sé qué le pasa. Ayer le dejé en casa bien pero cuando volví cojeaba y hoy sigue igual. ¿Es mejor que lo vea un traumatólogo?

 

A grandes rasgos y haciendo una clasificación muy simple, las cojeras pueden deberse a un problema del aparato locomotor (ahora se explica) o a dolor en esa zona.

 

¿Me estoy yendo por las ramas? No, espera, que quiero aprovechar tu consulta para poder hacer una explicación general, ya verás que tiene sentido.

 

Imagina que estás tomando el sol en la piscina y te pica una avispa en la planta del pie. Te dolerá el pie al apoyarlo y cojearás. Sin embargo, no te plantearías ir a un traumatólogo, ni sería necesario hacer una radiografía, porque no se trata de un problema de los huesos del pie.

 

Bueno, pues eso es lo primero que hay que hacer en el caso de una cojera en un perro. Hay que identificar si es dolor en la región, o si hay un problema locomotor. Por locomotor me refiero a músculos, huesos y articulaciones.

 

A menos que sea muy evidente y lo puedas ver a simple vista, no vas a saber si tiene dolor asociado a una herida externa o si se debe a un dolor óseo o muscular. Por eso, el primer paso en el caso de perros que cojean es una visita a un veterinario generalista. Tras la anamnesis y la exploración, podrá valorar si la cojera se debe a dolor en la zona o si es un problema que debe atender un traumatólogo.

 

Sin una exploración física, no podemos aventurarnos a decir si es necesario que lo atienda un veterinario traumatólogo, debe hacer un cribado previo un veterinario generalista.

 

En este enlace puedes buscar clínica veterinaria, para la primera consulta, o un traumatólogo veterinario si al final es lo que necesitas.